El glaucoma, una enfermedad ocular crónica y progresiva, es una de las principales causas de ceguera en todo el mundo. Sin embargo, lo que muchos no saben es que existen varios tipos de glaucoma, cada uno con características únicas y desafíos específicos. Profundicemos en los diferentes tipos de glaucoma y su impacto en la salud visual:
Esta forma común de glaucoma se desarrolla gradualmente debido a un drenaje inadecuado del humor acuoso del ojo. A menudo, no presenta síntomas evidentes en sus etapas iniciales, lo que lo convierte en una enfermedad “silenciosa” que puede pasar desapercibida hasta que se produce una pérdida significativa de la visión.
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A diferencia del glaucoma de ángulo abierto, el glaucoma de ángulo cerrado se desarrolla de manera repentina y puede provocar síntomas agudos, como dolor ocular intenso y visión borrosa. Esto ocurre cuando el ángulo de drenaje del ojo se bloquea, lo que resulta en un aumento rápido de la presión intraocular.
Aunque la presión intraocular se mantiene dentro del rango normal en este tipo de glaucoma, el nervio óptico sigue dañándose gradualmente, lo que resulta en pérdida de visión. Este tipo puede ser difícil de diagnosticar, ya que la presión intraocular no siempre es un indicador confiable de la enfermedad.
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El glaucoma congénito es una forma rara que se presenta en bebés o niños pequeños debido a un desarrollo anormal del sistema de drenaje del líquido ocular antes del nacimiento. La detección temprana y el tratamiento son fundamentales para prevenir el daño permanente a la visión en estos casos.
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Este tipo de glaucoma se desarrolla como resultado de otras enfermedades o condiciones, como la diabetes, el uso de ciertos medicamentos o lesiones oculares. El tratamiento implica abordar la causa subyacente de la enfermedad para controlar la presión intraocular y prevenir la progresión del glaucoma.
La detección temprana y el tratamiento adecuado pueden ayudar a prevenir la pérdida de visión y mejorar la calidad de vida de quienes viven con esta enfermedad. Si tienes factores de riesgo o experimentas cambios en tu visión, es importante que consultes a un oftalmólogo para una evaluación completa.
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