El Glaucoma es una enfermedad que causa daño IRREVERSIBLE del nervio óptico, lo cual puede llevar a la ceguera incurable. El único factor modificable para reducir el riesgo de progresión de la enfermedad es la presión intraocular, y esta puede ser controlada con medicamentos, tratamientos láser, cirugía o una combinación de las tres modalidades.
El tratamiento médico casi siempre es la primera elección. Al ser la modalidad más conocida, menos invasiva, con menos riesgo y buena eficacia. Su oftalmólogo podrá prescribirle gotas para reducir la presión, las cuales deben ser usadas en forma permanente siguiendo las indicaciones de su médico tratante. Por ser una sustancia ajena al organismo, usted puede experimentar efectos como ardor e irritación que pueden ser pasajeros. Con el paso del tiempo podría notar que los síntomas irritativos empeoran, por lo que debe informarlo a su doctor, quien hará los ajustes necesarios o prescribirá otro fármaco para aliviar los síntomas.
Recuerde: las gotas para reducir la presión no son para aliviar el ardor o la picazón ocular.