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Glaucoma Agudo

A diferencia del Glaucoma de ángulo abierto, donde la presión intraocular aumenta lentamente, en el Glaucoma Agudo de ángulo cerrado, ocurre un aumento de la presión ocular de manera repentina, porque cuando el líquido que circula en la parte anterior del ojo (humor acuoso ),se bloquea y no puede drenar por el ángulo del ojo porque esta cerrado. Este aumento rápido de la presión puede ocurrir en cuestión de horas y llegando a niveles tan altos ,que el ojo se torna

muy doloroso y pudiendo perder la visión.


El ataque agudo de glaucoma es una emergencia y debe ser consultado apenas usted sienta los siguientes signos y síntomas:


● Dolor ocular severo que puede llegar a ser tan intenso que

puede causar náuseas y vómitos.


● Ojo rojo.


● Visión borrosa.


● Halos alrededor de la luz.


Muchos de estos ataques repentinos se producen en cuartos oscuros, tales como salas de cine. Los ambientes oscuros causan cierto grado de dilatación de la pupila, que pasa en situación de oscuridad o penumbra que favorece a que los ángulos que son estrechos se reducen o hacen un cierre de manera que pueda favorecer a la aparición de un ataque agudo de glaucoma. . Cuando esto sucede, existe el máximo contacto entre el cristalino del ojo y el iris. Existen

otras situaciones donde también pueden causar una dilatación de la pupila por lo que deben estar alerta en las personas con configuración angular estrecha, como es el uso de medicamentos ,como los antidepresivos, antihistamínicos, antiespasmódicos entre otros, que podrían conllevar a un cierre del ángulo.


Los ataques de glaucoma agudo no siempre son completos. A veces, un paciente puede tener una serie de ataques menores, con síntomas menores, que ceden espontáneamente al ponerse en contacto con la luz fuerte o se va a dormir.


Tratamiento.

El tratamiento inicial son gotas para disminuir la producción de humor acuosos en combinación de gotas que contraen la pupila.


Tan pronto como la presión intraocular se ha reducido a un nivel seguro, su oftalmólogo le hará una iridotomía láser. Una iridotomía láser es un procedimiento ambulatorio para hacer un pequeño orificio en el iris. Esto permite que el líquido fluya libremente.


La iridotomía se debe realizar en el otro ojo como medida preventiva ya que es común que ambos ojos sufran de ángulo cerrado. No todos los pacientes de ángulo cerrado que padecen glaucoma experimentan un ataque agudo pero deben ser estrechamente vigilados por la posibilidad de hacer adherencias en el ángulo de manera permanente.

por info glaucoma 21 mar., 2024
El glaucoma, una enfermedad ocular crónica y progresiva, es una de las principales causas de ceguera en todo el mundo.
El glaucoma puede presentarse en jóvenes y adultos mayores
por info glaucoma 08 mar., 2024
En Colombia y en el mundo, el glaucoma se presenta como un ladrón sigiloso de la visión, afectando a millones de personas. En este artículo, exploramos los factores de riesgo, estrategias de prevención y consejos esenciales para mantener tus ojos en un estado óptimo.
por Mauricio Rios 02 jun., 2021
Son conocidos desde hace ya varios años los múltiples beneficios a la salud atribuidos a la actividad física, en enfermedades cardiovasculares, y para disminuir algunos otros riesgos como la obesidad y algunos de los indicadores en sangre como el colesterol. ¿Pero y qué como podría afectar este la salud ocular, y particularmente esto podría empeorar el glaucoma? Siendo el glaucoma una enfermedad muy frecuente en nuestro medio y que puede incluso causar ceguera, desearíamos evitar todo aquello que nos pueda afectar. El origen del glaucoma aun es desconocido, existiendo múltiples factores asociados; como la herencia, la exposición ambiental, las patologías previas, alteraciones vasculares y anatómicas. La presión intraocular (PIO) es uno de los parámetros mas importantes en la evaluación de las personas con glaucoma, y seguramente una cifra que preocupa siempre a los pacientes con el diagnóstico de esta enfermedad. Son al día de hoy muchos los estudios que han evaluado esta relación entre PIO y ejercicio, así como los efectos del ejercicio sobre el nervio óptico. Debemos dividir primero dividir el ejercicio en el aeróbico o dinámico en el que incluimos algunos como el atletismo, el ciclismo, la natación, y el ejercicio anaeróbico o isométrico, como el levantamiento de pesas y el TRX. El ejercicio aeróbico permite mejorar la capacidad pulmonar, disminuye el endurecimiento de los vasos sanguíneos. El ejercicio anaeróbico o isométrico fortalece las fibras musculares. En general el ejercicio aérobico ha demostrado una disminución de la presión intraocular, en su mayoría transitoria, si bien es cierto no es un tratamiento para la enfermedad, si mejora el sistema cardiovascular, la calidad de vida, permite junto a una dieta balanceada evitar aumento de peso. Este tipo de ejercicio se considera seguro en paciente con y sin glaucoma, y presumiblemente pueda tener un efecto benéfico. En cuanto al ejercicio anaeróbico la evidencia es controversial, algunos ejercicios pueden aumentar de forma pasajera la PIO, esto en personas sanas no tendrá ninguna consecuencia, pero en pacientes con glaucoma aun no es claro, y debería consultar con su médico acerca de los riesgos de estas actividades. Algunos deportes tienen consideraciones especiales, y también deberían consultar con anterioridad, como el buceo, el bungee jumping (salto desde altura con banda elástica) y en general los deportes de alto riesgo. El estrés que puede inducir la posibilidad de perder la visión puede llevar a trastornos como la ansiedad, el insomnio y la depresión. Al parecer este tipo de alteraciones no solo tienen un efecto negativo en la calidad de vida de las personas, sino que también promueven la progresión de la enfermedad. La mayoría de las investigaciones apoyan la conclusión de que el ejercicio es útil para reducir los síntomas. de depresión, ansiedad. Dra. Patricia Amris. Clínica Oftalmológica del Caribe - Sala Azul Mall Plaza Buenavista
por Mauricio Rios 02 jun., 2021
Apreciado paciente, es posible que en muchas oportunidades usted haya notado que, al aplicar los medicamentos para el tratamiento del glaucoma, recetados por su oftalmólogo, estos causen ardor ocular y no hayan sido eficaces para aliviar la picazón que presenta en los ojos. Incluso, puede estar notando que a veces “empañan” su visión. Es importante aclararle que, el Glaucoma es una enfermedad Asintomática en la mayoría de los casos, es decir no da ningún síntoma o molestia ocular y casi siempre cuando causa cambios en su visión, posiblemente está en una etapa muy avanzada. Su Oftalmólogo está tratando de preservar la visión que tiene en la actualidad. Para esto, el único factor modificable es la presión intraocular, la cual puede ser disminuida con Gotas, Láser, Cirugía o una combinación de las tres modalidades, cada una de las cuales tiene efectos secundarios que en el caso de las gotas pueden ser la irritación y el enrojecimiento. Las molestias oculares como picazón, enrojecimiento, sensación de arenilla, ardor, lagrimeo y visión borrosa, pueden ser ocasionadas por otras causas como: alergia conjuntival, resequedad ocular, hipersensibilidad de sus ojos a uno de los componentes del medicamento, y en ocasiones, son un efecto transitorio, benigno del medicamento recetado, que irá cediendo con el paso del tiempo. Sin embargo, es importante que usted comunique a su doctor, si los síntomas empeoran o no ceden, y así su oftalmólogo podrá recetar otros medicamentos buscando mejorar su calidad de vida. Su especialista podrá hacerle unas preguntas y un examen especial durante la consulta, para medir el grado de inflamación de la superficie ocular y poder enfocar el tratamiento con los medicamentos mas convenientes o con otras alternativas como los tratamientos con Láser o las cirugías. Por ninguna razón debe usted suspender el tratamiento recetado, sin antes informar a su oftalmólogo. Puede ensayar con compresas de agua fría aplicadas sobre sus párpados durante 5 minutos, tres veces al día, las cuales ayudarán a mitigar las molestias, mientras regresa a control con su doctor. Recuerde que no siempre “ojo rojo, significa ojo enfermo”. ÁLVARO R. PÉREZ MD Glaucoma Colombia
por Mauricio Rios 02 jun., 2021
Con seguridad se ha formulado estas preguntas: ¿Qué tipo de glaucoma tengo? ¿Por qué a mi familiar o amigo que también tiene glaucoma lo han tratado diferente? ¿Por qué yo uso gotas y a mi hermana le hicieron laser o cirugía? Estos son cuestionamientos muy frecuentes que hacen los pacientes en la consulta y es muy importante saber que el Glaucoma es una enfermedad compleja y se debe individualizar cada caso debido a su origen multifactorial. No existen dos pacientes iguales aunque sean de la misma familia. Para empezar se debe saber que el glaucoma es una enfermedad ocular que compromete el nervio óptico y en muchos casos se desarrolla de manera lenta e imperceptible, es decir no produce síntomas. Su diagnóstico es complejo y las posibilidades de tratamiento son diversas. Lo primero ante un paciente que consulta por sospecha de glaucoma es determinar si existe predisposición. De manera general, los principales factores de riesgo para desarrollar glaucoma de tipo primario son: antecedente familiar positivo, raza negra, edad mayor a 50 años, hipertensión ocular, miopía o hipermetropías altas. Con esto quiero enfatizar que en el glaucoma primario no existe una causa adicional que lleve a sufrir la enfermedad. Por el contrario el glaucoma secundario se relaciona con otras patologías como por ejemplo; catarata, trauma ocular, inflamación intraocular, tumor ocular primario o metastásico, desprendimiento de la retina, alteraciones vasculares de la misma, uso de cortisona en gotas o sistémica por tiempo prolongado, así como también patologías generales como diabetes mellitus, entre otras. Si es una enfermedad secundaria se debe tratar la causa y de la misma manera el glaucoma según el daño existente. En algunas situaciones este daño llega a ser severo e irreversible, en especial cuando el diagnóstico y el tratamiento son tardíos. En la enfermedad primaria se debe clasificar según las características de una estructura del ojo que se llama el ángulo camerular, lugar por donde drena el humor acuoso. Es así como existen dos tipos grandes de glaucomas: De ángulo abierto o de ángulo cerrado. El primero suele no acompañarse de síntomas y en la mayoría avanza de manera silenciosa . Es en estos casos donde un examen preventivo tiene mucho valor para hacer un diagnóstico y tratamiento tempranos. Esto claramente mejora el pronóstico. Se tiende a pensar que el glaucoma es igual a presión ocular elevada y esto no es cierto en todos los casos. Hay glaucomas de ángulo abierto que cursan con presión normal. En los de ángulo cerrado el curso es variable y puede ir desde una condición anatómica que predispone al cierre de ese lugar de drenaje y es corregible, hasta un glaucoma agudo que lleva a elevación súbita y severa de la presión ocular con consecuencias fatales para la visión. Como ya se ha dicho es una enfermedad compleja que no tiene curación pero sí tratamiento y todos los esfuerzos deben encaminarse a que éste sea oportuno y eficiente. Dentro de las opciones terapéuticas están los colirios que reducen la presión ocular, procedimientos con laser que son diferentes si el ángulo es abierto o cerrado, cirugías de mínima invasión o incisionales. El seguimiento permanente, controles clínicos y exámenes paraclínicos son lo que determina si la respuesta es la adecuada, en cuyo caso el manejo se mantiene. Pero si por el contrario la enfermedad está progresando se pasa a otra opción terapéutica. Es decir la enfermedad y su manejo son activos y cambiantes. Es así como la recomendación es siempre escuchar a su oftalmólogo o si se requiere al subespecialista en glaucoma, quienes son los que tienen las herramientas para determinar cuál es su mejor opción de tratamiento. Todo esto para decir que no todos los glaucomas son iguales y su tratamiento depende del origen, de las características anatómicas del ojo, de la severidad y de las patologías asociadas. Lilian Katrina Saad Brahim Oftlamóloga. Sub-especialista en glaucoma, Bogotá
por Mauricio Rios 09 oct., 2020
Es un examen que permite medir el grosor de la córnea (porción transparente situada por delante del iris), con el fin de establecer un pronóstico de riesgo de desarrollarla enfermedad en pacientes con sospecha de glaucoma. Estudios clínicos como el OHTS (estudio de tratamiento de la hipertensión ocular, por sus siglas en inglés), determinaron que las personas con córneas mas delgadas que las del promedio de la población, tienen mayor riesgo de desarrollar glaucoma. Por el contrario, las córneas mas gruesas, estuvieron asociadas a menor riesgo de desarrollar el glaucoma. Se realiza bajo anestesia tópica (con gotas) y no requiere preparación alguna.
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