Esta es la forma más común y típica del glaucoma. Se produce principalmente en el grupo de edad mayor de 50 años. Se produce de manera lenta y progresiva por un deterioro lento del mecanismo de drenaje del liquido interno del ojo (humor acuoso), produciendo el aumento de la presión intraocular. A diferencia del glaucoma de ángulo cerrado, donde hay una obstrucción del del drenaje mediado por el iris, en el glaucoma de ángulo abierto hay un daño en la rejilla de drenaje llamada trabéculo, que impide la salida del humor acuoso del ojo hacia las venas del cuerpo.
La presentación habitual es la de un glaucoma crónico asintomático y excepcionalmente la de un glaucoma agudo de ángulo abierto. Se desarrolla lentamente y, a veces sin pérdida de visión
perceptible por muchos años. La mayoría de las personas que tienen glaucoma de ángulo abierto se sienten bien y no notan un cambio en la visión al principio, porque la pérdida inicial de visión es la visión de los lados o periférica, y la agudeza visual o la nitidez de la visión y la capacidad de ver letras se mantiene hasta el final de la enfermedad. Cuando un paciente es consciente de la pérdida de la visión, la enfermedad suele estar bastante avanzada. La pérdida de la visión por el glaucoma es irreversible y solo puede ser estabilizado con el tratamiento médico, terapias de láser o cirugía.
Son factores de riesgo para tener glaucoma de ángulo abierto la edad, el antecedente de miopía, el consumo de ciertos medicamentos por ejemplo esteroides antinflamatorios, la historia familiar de glaucoma.
Como en todos los glaucomas, el paciente va a requerir un tratamiento permanente e indefinido,
un seguimiento frecuente e indefinido y la realización de exámenes de diagnóstico (campo visual, tomografía óptica coherente) cada 6 meses o cada año por el resto de su vida.
No hay cura para ella en la actualidad, pero la enfermedad puede ser más lenta o hasta detenerse
con los tratamientos existentes actualmente. Dado a que no existen síntomas, muchos pacientes
tienen dificultades para entender por qué el tratamiento es necesario de por vida con medicamentos y por qué en ocasiones se debe convivir con algunos efectos secundarios.
Un glaucoma primario detectado a tiempo tiene buen pronostico y no va a generar discapacidad visual.